TELELANUS

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jueves, 22 de febrero de 2007

RESUMEN DE LA AGENCIA PELOTA DE TRAPO

Los nuevos abolicionistas
Por Oscar Taffetani
(APE).- En Davos, 1999, adquirió rango de doctrina la Responsabilidad Social Empresaria. En sintonía, el entonces Secretario General de la ONU, Kofi Annan, lanzó el denominado Pacto Global, para “salvaguardar un crecimiento económico duradero en el contexto de la globalización...”

El Principio 5 del Pacto Global, ya convertido en doctrina, propone, taxativamente “abolir cualquier forma de trabajo infantil”.
Desde ese momento, gobiernos y corporaciones se han dedicado a vigilar y a castigar (supuestamente) a las instituciones o personas que en pleno siglo XXI se atreven a hacer trabajar a los niños; no importa si los niños tienen 9 o 14 o 18 años, si su patrón es una sociedad anónima transnacional, una pyme, un horticultor del suburbio o una madre desesperada y sin fuerzas para ser madre.
En la bolsa indiscriminada del trabajo infantil se equiparan la explotación y superexplotación de menores (una lacra que debe desterrarse, sin duda) con el trabajo de los chicos en economías familiares de subsistencia, y hasta la asignación al niño de trabajos domésticos como lavar la ropa, barrer el piso o cuidar a los hermanitos mientras mamá y papá salen a trabajar o a buscar trabajo.
Como consecuencia de los nuevos inventos y doctrinas -ya que no de la aparición de nuevas realidades- han surgido respuestas como los NATs (niños y adolescentes que trabajan), especie de sindicato infantil que procura atenuar mediante el cuentapropismo o el trabajo subsidiado la explotación de menores.
Está todo mal, verdaderamente.
Así como los sindicatos se desentendieron de la suerte de sus trabajadores pasivos, consintiendo la más grande exacción y asalto al sistema previsional argentino, en la década pasada, hoy consienten el atropello a su propia escuela de iniciación en los oficios. Y pierden -o ignoran- al niño trabajador.
Qué decir de los informales (otro eufemismo, para suavizar la masacre). A ésos no hay sindicato que los vaya a buscar, ni Estado que los contemple. Ésos aprenden en la escuela del no-trabajo, guarecidos bajo un no-techo provisto por un no-Estado, esperando la dádiva que humilla o entregándose a la muerte rápida del “paco”.
Marx, el anticuado
“En un contexto de pobreza, el trabajo doméstico infantil está generalizado y resta tiempo para la escuela y para el ocio”, dice muy suelta de cuerpo una funcionaria que encabeza la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil.
“Este movimiento social -los NATs- llegó tarde a la Argentina; en el Tercer Mundo, tiene varios años...”, escribe una periodista, cual si se tratara de una moda o de un avance tecnológico.
En medio de la confusión y a riesgo de parecer desactualizados, queremos recordarle a los nuevos abolicionistas que el trabajo no es necesariamente una tortura, ni una humillación, ni una tristeza.
El trabajo es el maravilloso camino que conduce a la transformación de la naturaleza, a la transformación de la sociedad y a la transformación de un orden injusto, llegado el caso.
Ni Marx, ni Engels, ni Fourier, ni Owen ni cualquier otro utopista del siglo XIX se habría permitido considerar al trabajo una lacra; y ninguno de ellos habría osado excluir al niño del mundo del trabajo, como tampoco de la escuela o del juego.
El trabajo, la escuela y el juego son dimensiones imprescindibles de la vida humana. El niño debe acceder a ellas progresivamente, de acuerdo con su cultura y su tradición. Pero no le debe faltar ninguna.
“Leyendo a Owen -escribió Marx- brota el germen de la educación del futuro, en la que se combinarán para todos los chicos, a partir de cierta edad, el trabajo productivo con la enseñanza y la gimnasia, no sólo como método para intensificar la producción social, sino también como único método que permite producir hombres plenamente desarrollados”.
Marx no quería abolir el trabajo. Marx quería abolir el trabajo servil y el trabajo esclavo. Quería abolir la explotación del hombre por el hombre.
Qué anticuado, Marx. No quería abolir el trabajo infantil. Quería acabar con la injusticiA.

Un barrio que se suicida
Por Sandra Russo
(APE).- Gladys Pérez tenía 36 años y vivía en Remedios de Escalada, partido de Lanús. Una de las ocho balas que el panadero Luis Zurrón disparó contra un ladrón que le había robado 300 pesos impactó en el cuello de Gladys, que en ese momento salía de su casa, y la mató.

Sí, Gladys murió por 300 pesos.
La panadería de Zurrón queda en Ruiz de Ocaña 3634, de esa localidad del sur del conurbano. Después del robo, el panadero salió a perseguir al ladrón y le disparó ocho balazos. Gladys, en ese momento, salía de su casa, ubicada en esa cuadra.
En las dos cuadras que se extiende la calle Ruiz de Ocaña, pese al desastre provocado por Zurrón, el debate por el desarme está cerrado. Los vecinos no tienen dudas: “La solución es estar armados”, dicen, como atontados por una sensación de inseguridad que los lleva, como en este caso, a matarse entre ellos.
Según un informe del Inecip (Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales), aún no publicado y al que tuvo acceso Página/12, la sociedad no delictiva pero armada llega a casi 2.250.000 personas, de las cuales menos del 30 por ciento está registrada en el Renar. En su poder tienen casi cuatro millones y medio de armas de fuego, de las cuales menos de 1.200.000 están blanqueadas.
Esa gente armada para ”autodefenderse”, según el mismo informe, es responsable de medio millar de homicidios al año: la mitad de los asesinatos con armas de fuego que ocurren en el país. Como refiere Horacio Cecchi en ese diario, “de las cifras de la inseguridad, la mitad de los crímenes con armas de fuego se los lleva la parte de la sociedad que compra armas por seguridad. Y, como en el caso de Ruiz de Ocaña, la mitad de los muertos son propios”.
“Aguantá, que el tiro no era para vos, era para ese delincuente”, le dijo el panadero a su víctima cuando ella yacía en el piso y agonizaba con la bala de la pistola Bersa calibre 9 incrustada en el cuello. Murió antes de ser trasladada al Hospital Evita. Zurrón fue detenido, por orden de la fiscal María Recalde, por homicidio simple con dolo eventual”. Como en otros casos similares, la justicia investigará si actuó bajo “emoción violenta”, una figura ambigua, pasible de interpretaciones contradictorias, toda vez que suele amparar desbordes que, como en este caso, no tendrían lugar si el panadero no hubiese estado armado.
El hecho se produjo muy temprano en la mañana, y según contaron vecinos del barrio, “se oyeron 4 o 5 disparos de dos armas y el que empezó fue el delincuente, que finalmente escapó”. El testimonio no es inocente. De algún modo, justifica la lógica misma del barrio, en el que hay armas por todas partes. Otros testimonios confluyen en la misma lógica. Sergio, otro vecino, dijo que “Luis es un hombre buenísimo, pero está cansado de que le roben”. Ninguna reflexión sobre el arma en manos del panadero, sobre su inexperiencia, sobre la desproporción inaudita entre los 300 pesos robados y la vida de Gladys. “Luis estaba yendo al tiro federal para que no ocurriera esto, porque no era ningún improvisado que pensaba matar”, agregó Tito, otro de los vecinos nucleados en la defensa de lo indefendible.
Gladys estaba yendo hacia la parada del colectivo para ir a su trabajo en una empresa de catering en Aldo Bonzi. Dejó dos hijos, Aldana, de 9, y Diego, de 4.
Incluso los amigos más cercanos de Gladys insisten en defender al panadero: “No podemos creer lo que pasó, pero la culpa es de los delincuentes que nos azotan todos los días”, dicen. Un ejemplo terrible de un barrio que se suicida.
Fuentes de datos:
Diarios Página/12 03-02-07 e InfoRegión 02-02-07

Invitamos a Ud. a la presentación de los libros de Alberto Morlachetti
Que cien años fue ayer
Crónicas desangeladas
para compartir un momento juntos con el autor
el viernes 2 de marzo a las 19 hs.
en el Anfiteatro Eva Perón de ATE Nacional | Av. Belgrano 2527 | Capital Federal

La historia oficial compró su longevidad al precio de sus ojos. La prepotencia criminal de las clases dominantes y el exterminio de los que pensaron distinto, intentando domiciliar sus vejaciones en el olvido. La memoria puede estar silenciosa un tiempo, pero “cuando despierta sus efectos son devastadores”.
Un capitalismo feroz anidó en nuestros barrios como una pesadilla -o un viejo rencor-y los pequeños como una luz vacilante escriben sus vidas en el “secreto nocturno de las pizarras”. Parece milagro que esos niños donde el hambre ha tallado en sus cuerpos sus mejores filigranas puedan maravillarse ante un eclipse de luna que equivoca a las flores y adelanta el reloj de los pájaros.
Si desea enviarnos un mensaje, puede hacerlo a agenciapelota@pelotatrapo.org.ar

EL CAMARIN DE LAS MUSAS: CLASES DE TEATRO

Mario Bravo 960 / Capital Federal
Taller de teatro – Prof.: Mario de Diago
Inicio: 17 de Marzo de 2007
Teatro de la vivencia, "aquí y ahora "
Nivel inicial
La idea del arte como un reflejo veraz de la vida y la actitud hacia la creación como un proceso orgánico es el objetivo de este taller.
La búsqueda del funcionamiento orgánico dentro de una estructura dramática. El estar en escena. La acción verdadera y sus catalizadores.
Programa de trabajo
Reconocimiento del cuerpo como herramienta.
Los sentidos como catalizadores imaginarios.
Estudio de los objetos de atención en escena.
Descubriendo al otro en escena
Composición de objetos escénicos
Estructuras básicas del drama
La investigación sobre la sensibilidad y sus impulsos
La improvisación como marco de la investigación personal.
Días y Horarios:
Sábados de 10 a 13 y 13 a 16
Costo mensual del taller $50
Informes e inscripción: 4822-2861 /156 441 8389
mail:mariodediago@gmail.com
Mario de Diago.
Formado en la Escuela de Teatro de Agustín Alezzo durante once años consecutivos.
Trabajos destacados en teatro:
"Muerte" de Woody Allen, coordinación Agustín Alezzo
"Pausa" de Eugenio Grifero, dirección Lizardo Laphizt
"Roberto Zucco" de Jean Marie Koltes, dirección Lizardo Laphizt
"Severa Vigilancia" de Jean Genet Dirección Román Guilotti
"El Zoo de Cristal" de Tennesse Williams, dirección Gerardo González
"El Largo adiós" de Tennesse Williams, dirección Gerardo González

AL CINE CON LA UNLA


AVENIDA MUSICAL: ESCUELA DE INTERPRETES


Dirección: Rubén Roberts
Teatro Musical-Opera-Música popular
La técnica vocal más la actitud escénica, harán de vos un protagonista!

La escuela forma cantantes / intérpretes, dándole a los alumnos herramientas escenciales para incorporar técnicas vocales y a la vez guiarlos para su desempeño escénico (cómo 'contar' una canción, actitud, dominio del escenario, etc.)
Trabajamos en los estilos de música popular, teatro musical y ópera.
Docentes:
Rubén Roberts-Interpretación
Andrés Espinel- Técnica vocal popular
Gabriel Botto- Técnica vocal lírica
Abiertas las inscripciones 2007!
avenidamusical@hotmail.com
4802-3932